martes, 3 de noviembre de 2009
¿Quiénes fueron los dinosaurios?
Los dinosaurios fueron los reptiles más grandes que han habitado la Tierra.
Tenían columna vertebral, ponían huevos y su estaba recubierta de escamas.
Tenían cuatro patas, aunque algunos sólo andaban con las dos traseras.
Durante el Periodo Triásico, los continentes estaban unidos en uno solo llamado Pangea. El clima era muy cálido y seco. En esa época las principales especies de dinosaurios era los carnívoros.
En el Periodo Jurásico, se empezaron a separar los continentes u a abrir los mares. Se formaron las praderas y bosques. Aparecieron los enormes herbívoros y algunos carnívoros cono el Alosaurio.
En el Periodo Cretácico, se formaron definitivamente los continentes actuales. Fue cuando más dinosaurios vivieron. Aparecieron el feroz Tiranosaurio y el Triceratops entre otros.
Al final de este periodo, todos estos espectaculares animales desaparecieron junto a otras muchas especies de animales y plantas.
Apatosaurio
La cola del Apatosaurio era larguísima, tenía casi cien vertebras. Con ella equilibraba sus 35 toneladas y se defendía de los depredadores.
También se le llamó Brontosaurio, cuando al reconstruir su primer esqueleto sele colocó un craneo equivocado. Años más tarde, los científicos le colocaron el cráneo correcto y lo llamaron Apatosaurio.
Sus dientes delanteros parecían un peine. Los usaba para mordisquear plantas y comer las ramas. Su fémur media 2 metros, es decir, más que la altura media de una persona.
Alosaurio
Diplodocus
Es uno de los dinosaurios más conocidos. Se han encontrado esqueletos casi enteros y muy bien conservados. Vivía en manadas, cerca de ríos y pantanos. Medía 30 metros de largo y comía muchas plantas. Caminaba a cuatro patas para sostener sus 20 toneladas de peso.
Si se sentía amenazado por algún feroz carnívoro, daba latigazos con su cola larga y pesada.
Tiranosurio
El tiranosaurio fue el carnívoro más feroz que existió sobre la Tierra.
Era muy temido por muchos de los que compartían su hábitat.
Cazaba solo y esto le permitía esperar a sus presas en silencio y sorprenderlas con un ataque mortal. Sujetándolas con su cuello fuerte y flexible, las mataba con sus poderosas mandíbulas.
Su cráneo medía 1 metro y medio de largo. Los dientes eran muy afilados. Tenían forma de cono y llegaban a medir de alto, como la cabeza de un hombre.
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